viernes, 19 de diciembre de 2008

Navidad con chirimía


En esta navidad las agrupaciones La Contundencia y Chirimía Tradicional, bajo la dirección del maestro Leonidas Valencia, presentan dos nuevos trabajos discográficos. El primero de ellos “Lo mejor de la chirimía” es una producción liderada por Discos Fuller que con una cuidadosa selección de temas de chirimía tradicional nos expone aires del Pacífico Norte. El segundo disco, compilado por la Corporación Cabildo bajo la dirección de Rafael Ramos, es “La Contundencia con calentura”; este disco trae catorce temas sanpacheros. Una muestra del trabajo de cabildo la pueden ver en el link http://www.cabildocorp.com/.

martes, 30 de septiembre de 2008

Sin músicos no hay fiesta

Este artículo lo escrbí para Chocó 7 días.



¿Alguien se ha puesto a pensar qué sería del San Pacho, sus desfiles, sus procesiones y las fiestas de los barrios sin los músicos? Evidentemente si el gremio de los músicos decidiera no salir un día y no acompañar las fiestas, la celebración sería un fiasco.

La música no es solamente acompañamiento, ni es simplemente un mero espacio de diversión. La música es un componente fundamental dentro del cual nos construimos como personas y como pueblo; apela a nuestros sentimientos y nuestras sensaciones, en ella además aprendemos a sentir nuestro cuerpo y a asumirlo. Con ella nos comunicamos y expresamos toda clase de formas de ser y de estar en el mundo.

Pero la música es hecha por personas; no surge, como casi siempre creemos, de manera mágica y espontánea. Hacer música es un oficio, una profesión con o sin un cartón que lo respalde. ¿O alguien se atreve a decirle a Jorge Velosa, Juanes o Shakira que por no tener estudios universitarios no son profesionales?

Uno de los grandes dilemas que nos encontramos en el San Pacho es precisamente la falta de valoración de los músicos. Se desconoce el esfuerzo físico y mental que ellos deben hacer y las horas de trabajo que anteceden a su performance en cada uno de los recorridos y procesiones. Los barrios e instituciones por tener mayor número de chirimías pagan precios risibles y además generan una competencia desleal dentro del gremio.

Pero la dignificación del oficio debe comenzar por los mismos músicos: su autoreconocimiento, su lealtad entre sí, su buen comportamiento y su presentación personal son un buen comienzo para exigir lo que se quiere.

Los músicos tienen poder y por lo tanto, tienen una responsabilidad la con el pueblo que se reconoce en ellos. Cada vez que se interpreta una canción y se deja de interpretar otras, se está legitimando unos códigos no solamente estéticos sino también morales.

Y termino entonces con una reflexión: parece que la canción de este San Pacho es “Gordo Bonito”. Canción que personalmente me parece buenísma. Pero más allá de lo graciosa y de todo lo que nos puede hacer reír, si analizamos el mensaje desde un punto de vista ético nos encontramos con la idea de que un gordo es bonito no porque sealindo, tierno, simpático, buena gente, etc. Lo que lo hace bonito y “sabroso” es su plata. Y si esta canción es tomada y arraigada por el pueblo es porque hay un esquema de comportamiento que hace que nos identifiquemos con ella. Es decir, estamos ante una escala de valores bastante dudosa.

Mi propuesta no es que de ahora en adelante se canten y compongan canciones “ñoñas” y políticamente correctas; la propuesta es más bien que sigamos cantando estas canciones pero que analicemos por qué nos identificamos con ellas. Por lo tanto los invito a ver el poder que tiene la música, pero sobre todo el poder de los músicos a la hora de establecer referentes que de una u otra forma identifican a toda una comunidad.

viernes, 29 de agosto de 2008

¿intolerancia o ignorancia?

Es propio de la naturaleza humana el dominio y subyugación de unos sobre otros. Las diferencias raciales, de credo, culturales, sociopoliticas y demás son ingredientes básicos con los que se cocina la historia y el devenir de la humanidad por cuanto la objetividad de la trascendentalidad existencial y de excelencia. De esta manera, los hombres validan límites que son medidos a través de la dualidad VIDA Y MUERTE reduciendo las expectativas a las actuaciones cotidianas, enmarcadas en sus costumbres y apropiaciones para la solución a los diversos inconvenientes. A juicio de muchos hombres de Dios (se hacen llamar hombres de Dios) el creador proporcionó facultades limitadas a sus criaturas; así pues, la naturaleza del ser se define como contingencial o secundaria, decretando que los hombres jamás alcanzaran la santidad en la tierra, este hecho se concibe fuera de este mundo. El ser secundario y finito no esta planificado ni proyectado para ser eterno, es un ser de recambio o relevo que hace sus inscripciones a través de fijaciones determinadas por la temporalidad y especialidad terrenal (objetiva e imaginaria).

La discriminación entre seres humanos se reproduce constantemente de generación en generación, producto de los prejuicios sociales previamente construidos, apropiados y arraigados que conocemos como cultura social del hombre.

Es preocupante el trato que los gobiernos y dirigentes políticos, ofrecen a regiones calificadas tácitamente como de cuarta o quinta categoría; caso especifico del Pacifico colombiano donde esta ubicado el departamento del Chocó. Esta tierra habitada por afrodescendientes, indios y mestizos, tiene una historia llena de episodios desagradables como el saqueo de metales y la explotación indiscriminada de madera. Esta explotación es protagonizada por foráneos que cuentan con el aval del gobierno nacional que expide los permisos o licencias destructoras de los ecosistemas que las comunidades locales hemos preservado. Hoy sólo observamos cómo extraños destruyen las esperanzas y posibilidades mínimas de sobrevivencia de nuestros pueblos, sumidos en la miseria y en el olvido o quizás excluidos de las recurrentes políticas de desarrollo gobiernistas. Las decisiones del gobierno no se consolidan como políticas de estado; sólo son decisiones tomadas de acuerdo a pretensiones electoreras. La sumisión, el maltrato, el abandono y la exclusión han hecho mella en las mentes de nuestras gentes de base llegando a creer que cualquier hecho asistencial mediático es un regalo del político o del gobernante, alejándose de la realidad de un verdadero sistema democrático (como se pregona constantemente a los cuatro vientos). Desafortunadamente nuestras gentes se han ganado un premio que se rotula DESCONOCIMIENTO y que otros llaman IGNORANCIA.

Que bueno para los que gobiernan y mandan, dirigir sobre una masa vulnerable y precaria en conocimientos que no conoce ni diferencia lo que le pertenece ni los derechos mismos para cualquier persona en un sistema democrático. Los afrodescendientes del Pacifico colombiano son catalogados como los ascendientes de hombres esclavizados, ciudadanos de cuarta o quinta categoría, la misma categorización de sus entes territoriales. Asi no se inscriba ni se pregone, éstas y otras implicaciones se reflejan en la exclusión programática de sectores étnicos minoritarios que para el gobierno cuentan como meros datos estadísticos pero no como una fuerza positiva y activa que ha aportado a los procesos históricos de Colombia y a la construcción de NACIÓN.

Todas estas actuaciones han surtido un efecto devastador, invisibilizando los aportes de los afrodescendientes y el reconocimiento en todos los niveles, como hombres de bien. A cambio se reciben descalificaciones provocadas e infundadas. Se nos tilda de corruptos e ineptos, y se olvida que la corrupción y la ineptitud no obedecen a colores de piel ni a raza alguna. Basta con ser humano para cometer contravenciones en cualquier sistema o forma de gobierno.

El sol brilla para todos desde diferentes posiciones, claro que el problema no esta en su presencia si no en aquellos que no dejan que te ilumine ,a través de imposiciones y condicionamientos que a lo largo del trasegar de la humanidad han llegado a las mas insospechadas culminando todo esto con la eliminación o desaparición de seres humanos.

Nos encontramos frente a un sueño en el que las condiciones son adversas a la realización del mismo; el sueño de la reivindicación de la gente del Pacífico. Vivimos en una sociedad que de manera disfrazada conserva todos los cánones de las exclusiones e imposiciones de tiempos coloniales.

Se nota el cambio de manto o de hábito, sobrevive la mentalidad opresora en el país del Sagrado Corazón.

jueves, 28 de agosto de 2008

Saberes musicales locales



Por: Leonidas Valencia

La música es un lenguaje universal en donde intervienen el hombre y el mundo sonoro en concordancia y equilibrio métrico para así determinar su grado de sincronía o asincronía; ella responde a unos estándares fijados o determinados por costumbres o tradiciones que dentro de un proceso de maduración individual o colectivo construye conocimientos que serán usados racionalmente por el mismo hombre. En los procesos dentro de los cuales se genera el conocimiento musical se desarrolla un cruce de información de interrogantes y apreciaciones que desemboca en la socialidad de la misma música. Por esta razón desarrollamos tópicos que apuntan al conocimiento de:

• Herencia ancestral musical
• Músicas que perviven en el pacífico norte colombiano y que son calificadas de folklóricas (repertorio tradicional)
• Análisis de hechos históricos en el proceso de ajuste y readaptación en un sistema social nuevo en América.

A partir de allí se busca hacer una introducción al estudio de las músicas de los afrodescendientes y mestizos del Pacífico Norte colombiano con criterio objetivo, científico y estético, y teniendo en cuenta los valores creadores de nuestras músicas tradicionales. Es importante para este fin no tener perjuicios ya que toda MUSICA FOLKLORICA ES UNIVERSAL y el patrimonio musical que poseemos es de universal interés.

El afrodescendiente del Pacífico colombiano ha desarrollado un alto arraigo en dos grandes manifestaciones culturales: LA MÚSICA Y EL BAILE. Dentro de la música se encuentra el canto y la palabra cantada y en baile está inmersa la “pantomima” que recrea la danza misma, característica propia del negro en su danzar, en coordinación de movimientos, gesticulaciones, ademanes, etc.

Socialmente la comunidad del andén pacífico colombiano accede a un punto máximo de confluencia en el BAILE, la MUSICA Y la PANTOMIMA. En ellos, a través de aires musicales, tonadas, contorreos, sonsonetes, pregones, cantaitos y formatos instrumentales, demuestra que no es la acción la que lo define sino en la acción que se identifica como una “MASA CULTURAL” con ingredientes puros e híbridos transculturalizados. Todas estas expresiones cumplen una función y son fundamentales para el amarre comunal de ritos sacromágicos llenos de antífonas y comunicaciones dialogales o responsoriales. De esta manera el afrodesdendiente se reafirma en un mar de coincidencias colectivas e individuales inmersas en nuestro sentir, basado y expresado a través de vivencias. Este alto grado de conexión ha hecho posible la supervivencia de elementos culturales ancestrales hasta nuestros días, dentro de un proceso histórico fluido de tradiciones ancestrales heredadas e “INCORPORACIONES” de elementos de otras culturales. Así, nos encontramos frente a un “TODO CULTURAL” identificable y diferenciable ante patrones de otras culturas.

Hablar de música en general es hablar del hecho o fenómeno sonoro correlacionado con la naturaleza propia del hombre y su interacción. A partir de allí, analizar su experiencia primitiva, su trasegar, y sus formas de conocer y comprender la música como un hecho social, es bien importante para entender o descifrar al ser humano como protagonista de esta gesta que se perpetúa con el ánimo natural del ser. En sus especulaciones objetivas y subjetivas, reales e irreales, debemos mirar tópicos religiosos, míticos, épicos, sociales, etc., entre muchos otros que forman el cuerpo de las actuaciones y concepciones de la menta humana. A partir de conceptos meramente existencialistas y otros con proyección trascendental, comúnmente se expresa que la música nace con el hombre, más no el fenómeno sonoro siendo el hombre quien aprehende éste de la naturaleza y a usanza provoca caminos en la música. Esto lo podemos comprobar en páginas históricas y en el diario vivir, cultos, ceremoniales, goce, disfrute, relajación, animación… en rituales en diferentes órdenes.

Para entender o tratar de comprender la música en las actividades musicales de hombre negro del Pacifico colombiano, debemos aclarar esencias ancestrales de sus raíces africanas, desde allí, comenzar la tarea de conexión con lo que ha ocurrido y ocurre en esta rica región poblada en su mayoría por afrodescendientes; hombres creadores, entusiastas, convivientes en armonía con la naturaleza, con alto sentido comunal, amor por la vida y sus semejantes.

Valgan los comentarios, conceptos y apreciaciones de las personas que participen en este módulo sobre saberes locales.

La gestión cultural en los ámbitos locales

Por Leonidas Valencia

En principio, la gestión implica hacer, construir y dinamizar en uno o diversos contextos. Cuando hablamos específicamente de actividades culturales surgen preguntas como: ¿es la gestión cultural una profesión? ¿Cómo imaginar la gestión cultural y la formación de gestores culturales en el marco de los múltiples fenómenos sociales en la Colombia de hoy?

Existe la necesidad de fomentar la formación en gestión cultural en tanto en Colombia como en el resto de Latinoamérica de acuerdo con las necesidades locales, sus antecedentes y realidades, sin perder de vista el intercambio de diversos saberes y experiencias, y la circulación de materiales. El campo de la gestión cultural es todavía incipiente y por eso se hace necesario sistematizar experiencias acumuladas ya que por la forma en que se ha desarrollado este sector, contamos con insumos importantes que se encuentran desordenados y desestructurados.

Un factor importante es el desequilibrio manifiesto entre “el hacer” y la financiación de actividades de tipo artístico cultural en donde se evidencia gran debilidad de las herramientas técnicas en los gestores, artistas e inventores para propiciar desarrollos. Encontramos entonces problemas como la poca comprensión de la política cultural en sí misma como alternativa de desarrollo y la necesidad de calificación del sector cultural y su aporte a las transformaciones sociales. Estas problemáticas muchas veces evidencian la falta de visión estratégica y de diálogo entre lo público y lo privado.

La necesidad de formación en gestión cultural también surge de los procesos de descentralización a nivel regional o local. Al observar los ambientes de las comunidades frente a las necesidades expeditas que demandan atención para el desarrollo del sector cultural podemos decir que:

• Existe una expectativa generalizada ante los cambios, trascendencia y crecimiento del sector cultural.

• El mismo sector no manifiesta y explicita la necesidad de consolidar los procesos de formación, como elemento para asumir los cambios y complejidades que sufre la gestión cultural.

• La acción cultural se constituye más por elementos empíricos que por una base académica disciplinar.

• Se reconocen grandes aportes en el acercamiento entre la práctica y lo académico en la consolidación del campo formativo.

• Habrá que definir la participación de los organismos públicos en la responsabilidad de la orientación de la política.

• En la oferta cultural la procedencia es diversa y acoge otras disciplinas y experiencias fundadas, en la sociedad civil y en las necesidades locales que no puede obviarse en el discurso de las políticas culturales para la formación en gestión cultural.

• Existe un aumento importante en la demanda de formación en gestión cultural por la transferencia de competencias y funciones a los gobiernos locales.

Para el desarrollo de este seminario contaremos con desarrollos temáticos participativos o de construcción con temáticas básicas tales como:

1. ¿Es la gestión cultural una profesión?

2. El Estado como agente clave de procesos de democratización de la cultura.

3. La construcción de políticas culturales. Globalización e identidades.

4. Políticas culturales, academia y sociedad

5. Políticas culturales y el proceso de mundialización de las industrias culturales (discusión y posturas).

martes, 26 de agosto de 2008

conversación entre Zapata Olivella y Julio Rentería

Manuel Rodríguez me envió este link http://www.youtube.com/user/musicalafrolatino con los videos de los conversatorios que desde hace años lidera en la Universidad Santo Tomás. Entre los videos que colgó Manuel encontré esta conversación entre Manuel Zapata Olivella y Julio Rentería.

jueves, 21 de agosto de 2008

El Petronio y los multicultis: ¿La música del Pacífico le pertenece a la gente del Pacífico?

Esta columna la escribí para Chocó 7 días.


Al parecer hace mucho tiempo la música de los pobladores del Litoral dejó de ser exclusivamente de ellos y el Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez es una muestra de esto. Grupos mestizos de Bogotá, Cali, Medellín y Pereira entre otros, llegan a este festival cargados de energía, virtuosismo y una evidente capacidad de interpretación de currulaos, sones, jugas, abozaos, etc. Desde el jazz, la música experimental, la salsa, el hip hop… lo cierto es que cada vez más las músicas tanto del Pacífico Norte como del Pacífico Sur hacen parte del abanico multiculti que desde los noventas ha sido el pilar del mercado discográfico y de los discursos en torno a la música nacional.

Ni bueno, ni malo. No me interesa hacer un juicio sobre las implicaciones que tiene el hecho de que la música autóctona no sea exclusivamente de los músicos de la región. Tiene sus ventajas y sus desventajas. Una ventaja por ejemplo es que se crean vasos comunicantes entre músicos de diferentes zonas y además, músicos y gestores culturales locales ven la necesidad de cualificarse. Una desventaja es que quienes se apropian de estas músicas desde las ciudades cuentan con mayores oportunidades a la hora de acceder a políticas culturales y a las condiciones del mercado discográfico. Prueba de ello es por ejemplo que grupos bogotanos como La Mojarra Eléctrica, La Revuelta y Tumbacatre han sido representantes de la música colombiana en países como México y Ecuador, mientras que las chirimías y agrupaciones libres del Chocó a duras penas llegan a Cali porque no cuentan con el apoyo del Gobierno Departamental ni Municipal. Esto sin hablar de las condiciones del viaje que deben emprender.

Lo cierto es que músicos de grandes ciudades y de trayectoria no solamente nacional sino internacional como Ivan Benavidez, Richard Blair, Liliana Montes o Lucía Pulido, se dieron cuenta desde hace mucho tiempo que el futuro de la industria discográfica colombiana está en la música del Pacífico. Por eso no es gratuito que Choc Quib Town haya estado de gira por Europa durante este verano. Pero mientras todo esto pasa, las políticas regionales del Chocó en torno a la música son cada vez más débiles y con esto los espacios de fortalecimiento de las agrupaciones mismas.

En este Petronio las chirimías brillaron por su poca presencia frente a la cantidad de agrupaciones de marimba que participaron. Por otra parte, fue evidente que muchos de los conjuntos que se presentaron fueron conformados sólo para este evento y por lo tanto no dieron muestra de procesos ni de una consolidación musical madura y verdaderamente trabajada. “Ritmo Son” la chirimía que ganó, contó con la enorme ventaja de tener a músicos profesionales que desde hace muchos años vienen trabajando juntos.

Si los organismos gubernamentales y los mismos músicos no valoran el legado que tienen en sus manos, habrá otras personas de otras latitudes capaces de valorarlo y los exponentes cualificados para representar a la región serán cada vez más pocos. Así, otras personas de forma ética o poco ética, se seguirán apropiando del lenguaje musical local independientemente de lo que puedan hacer o pensar los cultores, gestores, compositores, arreglistas o intérpretes chocoanos.

Foto Simón Calle

sábado, 2 de agosto de 2008

Octavio Panesso es feminista


Columna publicada en Chocó 7 días.
Por Ana María Arango
Antropóloga ASINCH (Asociación para las investigaciones culturales del Chocó)


Uno de los grandes regalos que nos dejó el siglo XX fue el surgimiento del feminismo como un gran movimiento social que aboga por la igualdad de géneros y el empoderamiento y valoración de la mujer en sus roles tradicionales y en sus nuevos roles dentro de la sociedad occidental actual. Sin embargo, el feminismo mal manejado puede realmente llegar a ser una pesadilla. La mala interpretación del feminismo en la cual es confundido con una competencia entre géneros e incluso con el resentimiento frente a cualquier actitud que provenga del sexo masculino, ha generado el rechazo desde muchos sectores. Entonces nos encontramos con una serie de estereotipos en los que ser feminista es igual a ser una monstruosidad sin curvas y sin brasier, calva o casi calva y con el seño fruncido. Nada más lejano de la realidad; porque si bien es cierto que es posible encontrar un tipo de militancia que se identifica con estos rasgos, el feminismo, al menos como yo lo entiendo, es el renacimiento de la mujer con todos sus atributos no solamente intelectuales y laborales sino también emocionales, físicos y sexuales. Ser feminista es entonces hablar cara a cara con un hombre y decirle quiénes somos, qué es lo que nos gusta y lo que esperamos de él sin bajar la cabeza en ningún momento. Es poder decirle a un hombre que no estamos de acuerdo con él en sus ideas o comportamientos sin ser tachadas de groseras o insolentes. Ser feminista es sentirnos orgullosas de ser mujeres con todos los atributos que la naturaleza nos ha dado por el hecho de serlo.

Es con este tipo de feminismo -ese movimiento social que lucha por la igualdad de géneros y el respeto a la mujer en todas y cada una de las situaciones de la vida-, con el cual identifico el último trabajo discográfico de Octavio Panesso. Pero además el trabajo de Los Universales (nombre que recibe la nueva orquesta de este compositor) da un paso más y acomoda su lucha y sus denuncias al contexto propio del Pacífico colombiano.

“Hombre que me golpee se lo lleva el putas” ¡Si señores! Esta es una canción con un poder impresionante. Cuando Octavio me puso esta canción en su estudio de grabación inmediatamente me di cuenta de la fuerza que ésta tenía y su capacidad para identificar a todas las mujeres y especialmente a las chocoanas. Me imaginé inmediatamente un grupo de mujeres en Capricornio o Pochola y Pachanga gritando a todo pulmón este tema frente al bochorno de presuntos o confirmados maltratadores ¡Que delicia!!!!

El otro tema que genera un importante debate en torno a la relación de géneros es “Con agua sale”. En esta canción una mujer que le es infiel a su hombre le dice “relajate, no des lora que los cachos están de moda”. Una canción trasgresora en la medida en que de alguna manera invierte los roles. Es en esta ocasión es la mujer la que se burla del hombre y la que tiene poder sobre él. La mujer que nos habla en esta canción está cansada de las infidelidades a las que está sometida y ahora es ella quien se siente con el derecho a ser infiel. Sin duda un tema que da mucho de que hablar y que va a cuestionar ese juicio de valor en el que cuando las mujeres ponemos los cachos somos unas “fufururas” y cuando los hombres NO los ponen son unos pendejos ¡Gracias Panesso!, ese es un debate que hay que dar. Es por eso digo que Octavio Panesso es feminista ¿hay alguien que opine lo contrario?

jueves, 24 de julio de 2008

Zully Murillo, cantaora fantástica

Por: Douglas Cujar

De nuevo las Fiestas de San Pacho, permite la comunión entre los chocoanos y sus mejores artistas como el recital de Zully Murillo, la rica exponente de la raza de los Murillos, familia de tradición musical chocoanista.

Por fortuna, cuenta nuestro territorio con una corriente de folcloristas y músicos, que se han apoyado en prácticas culturales del pasado para alimentar y preservar la música de una posible aculturación consentida por pocos. Ejemplos como el regreso del sonido urbano de “la Timba del brujo”, Alfonso Córdoba y los “Cuentos, Contados, Cantados“de Zully Murillo, son verdaderas genialidades que ratifican el orgullo chocoanista. Ellos crean y fusionan los cuentos y relatos populares con la canción y nos demuestra como recrear aires musicales de monte y ríos generan apropiación territorial entre sus oyentes.

En una comunicación simple, la maestra Murillo trae enseñanzas de pescar coco y pemá con varita de pichindé; la lección de torear culebra o cobar batata mora, narraciones de vacalocas, madremonte, y patasola. Los mensajes de sus composiciones ratifican esa creencia en nuestros valores culturales, para vivirlos y transmitirlos a las nuevas generaciones. Sus canciones son relatos singulares de los mundos que rodean el imaginario del Pacífico, como anotaba el poeta Vanín “El mundo de aquí de la conciencia y la leyenda”, comunicando con el “mundo de abajo donde habitan los duendes, la madredeagua”[1].

Las elaboraciones y creaciones de Zully Murillo, calificadas por legos como geniales, son obras que a ampliado la mirada para un mayor conocimiento nacional de nuestra cosmovisn, de nuestra relación histórica hombre - naturaleza, que a través de muy buenas inspiraciones creativas ratifican la rica diversidad cultural, crean herencias, fortalecen y aseguran nuestras memorias, que al final no son más que la construcción de obras con valores patrimoniales para nuestras comunidades, que nos acerca con el pasado e induce a revalorar las particularidades de su legado cultural.

Zully es una cantaora fantástica que gracias a la inclusión de sus productos en la industria cultural, nos transmite un lenguaje cuyo sentido identitario se desenvuelve en el contexto de las representaciones folclóricas de nuestra tierra. Esto nos obliga a considerar y afirmar que tenemos en Zully Murillo un "santuario de la música" que debemos querer y conservar como un tesoro.

[1] Cultura del Litoral pacífico, Alfredo Vanin, proyecto Biopacífico, año……. Pág.

viernes, 18 de julio de 2008

Chirimía en especial de El Tiempo


Hoy salen en un especial de El Tiempo los principales formatos musicales del país. Y en primerá página la chirimía. Vea aquí.

La Contundencia en CirculArt


CIRCULART es una web liderada por Redlat que busca difundir y divulgar la oferta artística colombiana, como ellos mismo lo dicen, “con criterios de inclusión, diversidad, trayectoria, confiabilidad, viabilidad comercial, capacidad de diferenciación en el mercado, novedad y representatividad de la cultura colombiana”. Por eso es una buena noticia que hayan invitado a La Contundencia a hacer parte de esta plataforma. Los invitamos a visitar el espacios de La Contundencia: Aquí

domingo, 6 de julio de 2008

La Contundencia Chirimía en MySpace


Además del espacio en MySpace de la Contundencia ahora abrimos una nueva página con canciones de la contundencia en su formato de chirimía. En el MySpace La Contundencia Chirimía, podrán acceder a las canciones instrumentales y cantadas de esta agrupación y enterarse de las nuevas producciones, eventos y conciertos.

viernes, 20 de junio de 2008

Especial de Chirimía en El Tiempo

Hoy en primera página de El Tiempo aparece Leonidas Valencia “Hinchao” con su bombardino. Y toda la página 2 de Cultura está dedicada a la Chirimía Chocoana. En la página web también aparece el siguiente artículo:



La chirimía, emblema del folclor chocoano

Un viaje al interior del Chocó con los artistas de la chirimía en el pacífico










Foto: Agencia El Tiempo

La Chirimía es pieza fundamental en la danza chocoana

Antes de ahondar en la chirimía y de tocar el bombardino, Leonidas Valencia, director del emblemático grupo chocoano La contundencia, hace una necesaria aclaración: la chirimía no es un tipo de música. "La gente a veces lo cree, pero es, en realidad, un formato compuesto por clarinete, redoblante, bombardino, tambora y platillos", comenta Valencia, un músico de 44 años que se ha ganado con creces el título de maestro por haber llevado la chirimía por todo el país, de la mano de los mejores intérpretes chocoanos, e incluirle nuevos instrumentos y arreglos, pero siempre guardando su esencia.


Valencia está en el malecón de Quibdó, frente a la Catedral, con Marcelino Ramírez 'Panadero', uno de los primeros músicos del Chocó que grabaron comercialmente la chirimía. Esperan a otros músicos, entre jóvenes y viejos, para dar una muestra de ese formato alegre nacido en el campo, con el que ya no solo se baila y se celebra en los pueblos de la región, sino en Quibdó,
Buenaventura y hasta en Bogotá.


Marcelino, creador del extinto grupo Panadero y sus muchachos, es intérprete de clarinete, el centro de la chirimía. Aprendió desde niño cuando se enlistó en la Banda Municipal de Istmina (igual que Valencia, cuyos inicios fueron en la Banda de San Pacho). A 'Panadero' le tocó aprender todos los instrumentos que integran la chirimía. "El punto de entrada a la chirimía es por los platillos. Después se pasa a la tambora. Por último, al redoblante, que es el más difícil de la percusión. Ahí se salta al clarinete. Así, los músicos conocen perfectamente su formato. Y se convierten en directores", agrega Valencia.


A pesar de pertenecer a generaciones diferentes, las vidas musicales de 'Panadero' e 'Hinchao', como llaman a Valencia, han tenido muchos momentos de cruce. Cuando 'Panadero' creó su agrupación incluyó a Valencia, que para entonces era un jovencito. Y cuando Valencia creó La contundencia recurrió a 'Panadero'. Y esa no es una casualidad. Las chirimías normalmente están integradas por músicos de diferentes generaciones que se unen para un toque y se separan cuando termina.


Por eso nadie se espanta cuando no llega ningún grupo completo al encuentro, solo músicos que van en representación de sí mismos. Asisten, entre otros, el maestro Migdonio Rivas Ríos, que toca el redoblante, es constructor de instrumentos y uno de los integrantes más viejos de La contundencia; Jackson Ariel Martínez Mena, de 22 años, redoblante y ex alumno de Alexis Lozano (director de Guayacán); Jackson Ramírez, gestor cultural e intérprete de platillos, y los cantantes Gregorio Gutiérrez y Alberto Salazar Córdoba.


Músicos polifacéticos

La chirimía les viene de sangre. La mayoría son hijos o nietos de músicos e interpretan más de dos instrumentos. Y se desempeñan en chirimías clásicas, orquestadas o cantadas (estas últimas existen, según el cantante Gutiérrez, desde hace unos 20 años). Los maestros viejos no son unos puristas. Rivas y 'Panadero', por ejemplo, dicen que cuando empezaron en La contundencia, que agregó saxofón, bajo electrónico, piano y congas al formato original para convertirla en orquesta, ambos se pusieron contentos. "Eso no me pareció extraño.


En esto, uno se adapta fácil y rápido", dice Rivas, que aprendió su instrumento a los 15 años y es una excepción a la regla porque en su casa nadie era músico. Pero a Valencia, artífice de esos cambios y quien incluye pequeños fragmentos de reguetón en las canciones de su grupo, le parece que la chirimía no necesita transformarse, solo crecer y mantener su esencia.


A pesar de sus deseos, las nuevas generaciones han hecho cambios radicales: cuando se trata de chirimía callejera, para ganar sonoridad y evitar que el cuero se moje en los aguaceros, han reemplazado la tambora por el bombo de la banda militar. Lo que implica que el clarinete no se escuche. "Al cambiarse el cuero por una fibra industrial y comercial, perdemos una tradición", dice Douglas Cújar, asesor cultural de las Fiestas de San Pacho, donde se creó recientemente el 'abosadódromo' (por el ritmo tradicional abosado), donde los músicos solo pueden concursar con instrumentos típicos.


'Chirisalsa'

El mismo Jackson Ariel Martínez Mena, que usa gafas de lente azul celeste hasta para tocar en la noche, admite que en San Pacho sale a la calle con grupos que inclusive cambian el clarinete por el saxofón para que el sonido no se pierda. Y afirma que sin clarinete no hay chirimía. Es Martínez quien menciona la 'chirisalsa' como una nueva tendencia.


"Es una fusión que se está haciendo para ver si la música del Pacífico se da a conocer. Tratamos por todos los medios de tener un espacio", comenta este hijo de percusionista, que toca para la orquesta de 'chirisalsa' Bambazulú. La idea es grabar y dar a conocer la chirimía.Y para ello trabaja con quienes le ofrezcan un proyecto que le interese. Esa voluntad de difundir lo propio lo une con el resto de los músicos que están en el malecón, así haya quienes no compartan aquello de la 'chirisalsa'.

Con emoción, viejos y jóvenes construyen con sus instrumentos el siempre festivo sonido de la chirimía, un formato con el que se tocan todos los aires musicales del Chocó y un motivo de orgullo del departamento.


*ESTE ARTÍCULO FUE POSIBLE GRACIAS A UNA ALIANZA CON EL MINISTERIO DE CULTURA

Publicado el 20 de junio de 2008
PAOLA VILLAMARÍN
CULTURA Y ENTRETENIMIENTO
QUIBDÓ (CHOCÓ)*

lunes, 2 de junio de 2008

Chirimía en MySpace


Los invitamos a visitar el nuevo espacio de una de las agrupaciones más emblemáticas del Chocó: La Contundencia.

Ahora La Contundencia está en MySpace: http://www.myspace.com/lacontundencia. Desde esta página podrán escuchar y descargar seis de los temas más representativos, ver los próximos conciertos y enterarse de todas las noticias relacionadas con el grupo.

Si alguien tiene fotos o videos de la agrupación que quiera compartir con nosotros para colgarlas en MySpace, puede enviarlas a este correo: lacontundencia@hotmail.com.

Muchas gracias!!!

lunes, 26 de mayo de 2008

¿semana de la afrocolombianidad?

Hoy es el día de la “afrocolombianidad” y, según El Tiempo, toda esta semana será la semana de la diversidad “con énfasis en lo afro”. Pero ¿qué significa eso de “la semana de la afrocolombianidad”? Para la mayoría de mis amigos una buena época para hacer toques y ganarse una plata extra, para otros un reconocimiento duramente conseguido tras diferentes reclamos y movilizaciones frente al aparato estatal, para otros una buena fecha de reencuentro de las colonias en ciudades como Cali, Medellín y Bogotá, para nosotros los “multicultis” una buena semana para deleitarnos con los placeres que brindan a nuestros sentidos esos sonidos, olores, colores y sabores que vienen de las costas. Y Para otros negros, re negros... nada porque no se considran "afros".

¿Hasta qué punto una semana que busca el reconocimiento de lo “afro” se queda en el deleite, la rumba y el jolgorio? Más allá de los bailes, los sabores y los sonidos tan exóticos que nos traen estas personas, hay un pueblo que necesita ser tenido en cuenta. Y si bien las expresiones culturales son cada vez más un elemento que se posiciona como un recurso político, lo primero que hay que hacer es -más allá de los espacios de representación o de "exotización"-, dignificar estos escenarios reconociendo el trabajo y el valor de quienes están siendo representados.

El sábado pasado se dio inicio a la “Semana de la Afrobogotaneidad” en el Auditorio de la Universidad de la Salle. Nos citaron a las 5:30pm y el evento comenzó dos horas después con una retahíla de políticos y representantes mamonsísima. El Alcalde de Bogotá que estaba programado nunca llegó y cuando finalmente después de una hora los dos grupos invitados pudieron tocar, se perdieron más de la mitad de los instrumentos y las voces porque el sonido era una grosería.

La gente igualmente gozó y agradeció el espacio. Entre otras cosas porque tener a Zully Murillo con la Contundencia con la antesala del grupo Kilombo, no es cualquier cosa. Pero igualmente ¿a qué estamos jugando? Se brindan espacios de representación de un sector social pero de qué manera?, ¿se les paga a los músicos realmente lo que merecen? ¿se les trata como se merecen? El agua de lo músicos la tuve que ir a comprar yo.

Mi pregunta es: si se tratara de otro sector, si no se tratara de afros, o de indígenas o de cualquier otra minoría… si se tratara de otra colonia en Bogotá como la judía por ejemplo, o la del Valle, ¿la organización y el trato se daría de esa misma manera?

Aclaro que en otras ocasiones, he asistido a eventos de representación de lo Afro en La Mediatorta de Bogotá y el trato hacia los músicos y hacia el públicoha sido radicalmente diferente. Pero como ahora tienen parado este proyecto que, entre otras cosas ha sido el escenario más digno e importante que ha tenido a nivel popular y cultural Bogotá… ni idea que nos espera.

jueves, 14 de febrero de 2008

otra vez el Brujo es la noticia

Acogedora crónica que recoge la vida de Alfonso Córdoba el Brujo. Además de ser un gran músico y compositor se le reconoce como "nuestro Da Vinci negro". Reproduzco la noticia de El Tiempo.


Alfonso Córdoba: "nuestro Da Vinci negro", mucho más que la biblioteca musical del Pacífico

Además de la música, este hombre de 82 años, ha incursionado en la historia de Quibdó con la composición, joyería, diseño de disfraces, talla en madera y construcción de instrumentos musicales.

Por esa razón, su amigo, el intelectual y gran conversador Carmelo Enrique Rentería, dice que "guardadas las proporciones, él es nuestro Da Vinci sin barba, nuestro Da Vinci negro".

La composición, el canto, el dibujo y la talla empezaron a aparecer en su vida "de manera atropellada", como 'El brujo' lo describe. A diferencia de Da Vinci, cuya primera inspiración vino de la naturaleza, la de él provino de las imágenes de santos expuestas en las Iglesias.

"Las mentalizaba y las copiaba en barro con los compañeros. Hacíamos pequeñas procesiones. Pero yo era casi siempre regañado en mi casa porque eso se veía como un sacrilegio. Entonces, las hacía a escondidas por la mañana y las dañaba por la tarde", dice mirando hacia la Catedral de Quibdó, a una cuadra del río Atrato y una de las edificaciones más vistosas de la ciudad.

Por esa época, cuando tenía unos diez años, 'El brujo' compuso su primera canción. "La recuerdo, cómo no. Muy burda eso sí: 'El pobre Cándido, que es un estúpido, compra específicos en cantidad para que Pánfilo, que es su hijo único y está raquítico, pueda engordar'".

Eran tiempos en los que su padre, que había sido boga durante más de 15 años y ejercía como carpintero de ribera, llevaba a su casa a Cupertino Murillo, su fiel compañero de los trajines por los ríos Atrato y San Juan.

A cambio de tabaco fresco y café, los muchachos de la cuadra de 'El brujo', en el tradicional barrio La Yesquita de Quibdó, podían escuchar los relatos de 'el filósofo campesino', como lo llama el maestro.

"Ahí está cifrado gran parte de mi repertorio musical", comenta refiriéndose al origen de las historias de sus canciones y de sus 'canticuentos'.

Una vez en el malecón, el maestro aborda una lancha. El Atrato, el río imponente, caudaloso, que atravesó su papá un siglo atrás mientras entretenía a los pasajeros con sus coplas, canciones, décimas y cuentos, ha sido su sitio añorado, el corredor por el cual le llegó en acetatos la música foránea, y ha marcado su camino de salida a lugares que cambiaron su vida.

Viajó al río Baudó, donde durante tres años investigó la música vernácula de la zona; a Barranquilla, su ciudad durante 18 años, en la que se volvió joyero y creó 'Los mayorales del ritmo', su primera agrupación; y a Bogotá, a la que viajó con la promesa de integrar al 'Grupo Niche' como cantante y compositor, algo que jamás ocurrió, y donde se abrió paso al conformar los grupos 'El brujo y su timba' y 'El brujo y su banda', pese a las adversidades.

Como el río que recorre antes de su concierto, la vida de 'El brujo', su música y los ritmos y canciones que ha recolectado durante más de 60 años son imposibles de abarcar.

Se sabe de memoria canciones invaluables que pocos conocen y que, por ende, han ido desapareciendo. "Acá hicimos el equivalente a la música espiritual de Estados Unidos. El alabado -canción fúnebre del Pacífico- es nuestro gospel".

Y el maestro se lanza a cantar, no sin decir primero que esta canción triste es originalmente interpretada por muchas voces: "Viernes Santo murió Dios. Viernes le hacen el entierro. Sábado le cantan gloria. Domingo sube a los cielos".

'El Da Vinci negro', la biblioteca musical de la música del Pacífico, ha logrado casi todo lo que ha querido en sus artes. Ha grabado dos discos, el último el año pasado. Ha tenido éxitos en radio, como Vano retorno, grabado por la 'Orquesta Guayacán'. Ha recibido el Premio Nacional de Joyería. Y ha sido ganador con sus disfraces de las Fiestas de San Pacho.

Sobre la lancha, mirando la caída de la tarde sobre su Quibdó adorado, dice que sus años han sido alegres. "Quien hace música no puede ser una persona triste, porque la música es el aliento del ánima".

Pero ahora está estancado en su pueblo, con grandes ideas dándole vueltas en su cabeza y con una imposibilidad de ejecutarlas que lo desespera.

Quiere hacer, con una gran orquesta, un disco para difundir la música desconocida o perdida del Chocó.

Y, por otro lado, armar un concierto de cámara donde los alabados sean los protagonistas y sean interpretados por un grupo polifónico.

El maestro está impaciente. Su energía creativa sigue tan activa como siempre.

De regreso al malecón, 'El brujo' recobra la esperanza. Su concierto en Borojó y Café va a empezar.

PAOLA VILLAMARÍN
ENVIADA ESPECIAL QUIBDÓ
vilpao@eltiempo.com.co