Por: Leonidas Valencia
La música es un lenguaje universal en donde intervienen el hombre y el mundo sonoro en concordancia y equilibrio métrico para así determinar su grado de sincronía o asincronía; ella responde a unos estándares fijados o determinados por costumbres o tradiciones que dentro de un proceso de maduración individual o colectivo construye conocimientos que serán usados racionalmente por el mismo hombre. En los procesos dentro de los cuales se genera el conocimiento musical se desarrolla un cruce de información de interrogantes y apreciaciones que desemboca en la socialidad de la misma música. Por esta razón desarrollamos tópicos que apuntan al conocimiento de:
• Herencia ancestral musical
• Músicas que perviven en el pacífico norte colombiano y que son calificadas de folklóricas (repertorio tradicional)
• Análisis de hechos históricos en el proceso de ajuste y readaptación en un sistema social nuevo en América.
A partir de allí se busca hacer una introducción al estudio de las músicas de los afrodescendientes y mestizos del Pacífico Norte colombiano con criterio objetivo, científico y estético, y teniendo en cuenta los valores creadores de nuestras músicas tradicionales. Es importante para este fin no tener perjuicios ya que toda MUSICA FOLKLORICA ES UNIVERSAL y el patrimonio musical que poseemos es de universal interés.
El afrodescendiente del Pacífico colombiano ha desarrollado un alto arraigo en dos grandes manifestaciones culturales: LA MÚSICA Y EL BAILE. Dentro de la música se encuentra el canto y la palabra cantada y en baile está inmersa la “pantomima” que recrea la danza misma, característica propia del negro en su danzar, en coordinación de movimientos, gesticulaciones, ademanes, etc.
Socialmente la comunidad del andén pacífico colombiano accede a un punto máximo de confluencia en el BAILE, la MUSICA Y la PANTOMIMA. En ellos, a través de aires musicales, tonadas, contorreos, sonsonetes, pregones, cantaitos y formatos instrumentales, demuestra que no es la acción la que lo define sino en la acción que se identifica como una “MASA CULTURAL” con ingredientes puros e híbridos transculturalizados. Todas estas expresiones cumplen una función y son fundamentales para el amarre comunal de ritos sacromágicos llenos de antífonas y comunicaciones dialogales o responsoriales. De esta manera el afrodesdendiente se reafirma en un mar de coincidencias colectivas e individuales inmersas en nuestro sentir, basado y expresado a través de vivencias. Este alto grado de conexión ha hecho posible la supervivencia de elementos culturales ancestrales hasta nuestros días, dentro de un proceso histórico fluido de tradiciones ancestrales heredadas e “INCORPORACIONES” de elementos de otras culturales. Así, nos encontramos frente a un “TODO CULTURAL” identificable y diferenciable ante patrones de otras culturas.
Hablar de música en general es hablar del hecho o fenómeno sonoro correlacionado con la naturaleza propia del hombre y su interacción. A partir de allí, analizar su experiencia primitiva, su trasegar, y sus formas de conocer y comprender la música como un hecho social, es bien importante para entender o descifrar al ser humano como protagonista de esta gesta que se perpetúa con el ánimo natural del ser. En sus especulaciones objetivas y subjetivas, reales e irreales, debemos mirar tópicos religiosos, míticos, épicos, sociales, etc., entre muchos otros que forman el cuerpo de las actuaciones y concepciones de la menta humana. A partir de conceptos meramente existencialistas y otros con proyección trascendental, comúnmente se expresa que la música nace con el hombre, más no el fenómeno sonoro siendo el hombre quien aprehende éste de la naturaleza y a usanza provoca caminos en la música. Esto lo podemos comprobar en páginas históricas y en el diario vivir, cultos, ceremoniales, goce, disfrute, relajación, animación… en rituales en diferentes órdenes.
Para entender o tratar de comprender la música en las actividades musicales de hombre negro del Pacifico colombiano, debemos aclarar esencias ancestrales de sus raíces africanas, desde allí, comenzar la tarea de conexión con lo que ha ocurrido y ocurre en esta rica región poblada en su mayoría por afrodescendientes; hombres creadores, entusiastas, convivientes en armonía con la naturaleza, con alto sentido comunal, amor por la vida y sus semejantes.
Valgan los comentarios, conceptos y apreciaciones de las personas que participen en este módulo sobre saberes locales.
La música es un lenguaje universal en donde intervienen el hombre y el mundo sonoro en concordancia y equilibrio métrico para así determinar su grado de sincronía o asincronía; ella responde a unos estándares fijados o determinados por costumbres o tradiciones que dentro de un proceso de maduración individual o colectivo construye conocimientos que serán usados racionalmente por el mismo hombre. En los procesos dentro de los cuales se genera el conocimiento musical se desarrolla un cruce de información de interrogantes y apreciaciones que desemboca en la socialidad de la misma música. Por esta razón desarrollamos tópicos que apuntan al conocimiento de:
• Herencia ancestral musical
• Músicas que perviven en el pacífico norte colombiano y que son calificadas de folklóricas (repertorio tradicional)
• Análisis de hechos históricos en el proceso de ajuste y readaptación en un sistema social nuevo en América.
A partir de allí se busca hacer una introducción al estudio de las músicas de los afrodescendientes y mestizos del Pacífico Norte colombiano con criterio objetivo, científico y estético, y teniendo en cuenta los valores creadores de nuestras músicas tradicionales. Es importante para este fin no tener perjuicios ya que toda MUSICA FOLKLORICA ES UNIVERSAL y el patrimonio musical que poseemos es de universal interés.
El afrodescendiente del Pacífico colombiano ha desarrollado un alto arraigo en dos grandes manifestaciones culturales: LA MÚSICA Y EL BAILE. Dentro de la música se encuentra el canto y la palabra cantada y en baile está inmersa la “pantomima” que recrea la danza misma, característica propia del negro en su danzar, en coordinación de movimientos, gesticulaciones, ademanes, etc.
Socialmente la comunidad del andén pacífico colombiano accede a un punto máximo de confluencia en el BAILE, la MUSICA Y la PANTOMIMA. En ellos, a través de aires musicales, tonadas, contorreos, sonsonetes, pregones, cantaitos y formatos instrumentales, demuestra que no es la acción la que lo define sino en la acción que se identifica como una “MASA CULTURAL” con ingredientes puros e híbridos transculturalizados. Todas estas expresiones cumplen una función y son fundamentales para el amarre comunal de ritos sacromágicos llenos de antífonas y comunicaciones dialogales o responsoriales. De esta manera el afrodesdendiente se reafirma en un mar de coincidencias colectivas e individuales inmersas en nuestro sentir, basado y expresado a través de vivencias. Este alto grado de conexión ha hecho posible la supervivencia de elementos culturales ancestrales hasta nuestros días, dentro de un proceso histórico fluido de tradiciones ancestrales heredadas e “INCORPORACIONES” de elementos de otras culturales. Así, nos encontramos frente a un “TODO CULTURAL” identificable y diferenciable ante patrones de otras culturas.
Hablar de música en general es hablar del hecho o fenómeno sonoro correlacionado con la naturaleza propia del hombre y su interacción. A partir de allí, analizar su experiencia primitiva, su trasegar, y sus formas de conocer y comprender la música como un hecho social, es bien importante para entender o descifrar al ser humano como protagonista de esta gesta que se perpetúa con el ánimo natural del ser. En sus especulaciones objetivas y subjetivas, reales e irreales, debemos mirar tópicos religiosos, míticos, épicos, sociales, etc., entre muchos otros que forman el cuerpo de las actuaciones y concepciones de la menta humana. A partir de conceptos meramente existencialistas y otros con proyección trascendental, comúnmente se expresa que la música nace con el hombre, más no el fenómeno sonoro siendo el hombre quien aprehende éste de la naturaleza y a usanza provoca caminos en la música. Esto lo podemos comprobar en páginas históricas y en el diario vivir, cultos, ceremoniales, goce, disfrute, relajación, animación… en rituales en diferentes órdenes.
Para entender o tratar de comprender la música en las actividades musicales de hombre negro del Pacifico colombiano, debemos aclarar esencias ancestrales de sus raíces africanas, desde allí, comenzar la tarea de conexión con lo que ha ocurrido y ocurre en esta rica región poblada en su mayoría por afrodescendientes; hombres creadores, entusiastas, convivientes en armonía con la naturaleza, con alto sentido comunal, amor por la vida y sus semejantes.
Valgan los comentarios, conceptos y apreciaciones de las personas que participen en este módulo sobre saberes locales.
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